Montañas con Niños. Los qué, cómo y dónde…

LIVE CON FERNANDO VEYTIA

Consejos útiles

Camina a su ritmo. Ellos estarán fascinados por este mundo natural que se les presenta, haz que tengan tiempo de explorarlo y reconocerlo. Disfruta observando cómo descubren cada detalle!

Detente de vez en cuando para que juegue. Busca lugares divertidos y seguros donde pueda jugar con libertad, donde pueda dejar libre su curiosidad. Así, aprenderá y al mismo tiempo se divertirá, asimilando de mejor manera lo aprendido.

No improvises! Ten preparada la ruta que quieres llevar, acordes a la edad y habilidad del niño, buscando atajos que sean seguros y entretenidos. Lleva tu celular completamente cargado, revisa las condiciones climáticas con  anterioridad, lleva un botiquín y consulta con personas que ya hayan hecho esa ruta.

Delegar responsabilidad en los niños. Ya desde los tres años los niños están capacitados para portar su propia mochila. Por supuesto, las primeras veces solo debes cargarlo con unos cuantas cosas, alimentos y jugos, y de a poco ir aumentando el peso. Hazlos participar de las actividades, permítele que elija caminos, que mire el mapa, que juegue y así desarrolle su seguridad e independencia.

Se el ejemplo. Recuerda siempre que los niños te imitarán, ya sea que hagas cosas buenas o malas. Tu comportamiento será esencial para definir cómo tu hijo se comportará, así que evita dañar el medio, enséñales lo importante que es respetar el valor de la naturaleza.

Cosas que debes evitar hacer

Ver el camino como un adulto. Una de las claves para el éxito en una salida con niños es la imaginación. Crea historias, fíjate en los detalles, ensúciate con ellos, participa de los juegos, haz que la salida sea un momento agradable tanto para ti como para el niño.

Ir muy aprisa. Muchas veces creemos que los niños no se cansan, por la energía que los mueve a jugar incluso durante horas. Pero no creas que es tan así. Un camino largo puede agotar las energías de un niño, y mucho más si quieres ir rápidamente por él. Para que la experiencia sea agradable para ambos sigue su paso, toma la aventura con calma. Recuerda que la montaña es un medio y no un fin!

Tener un mal estado anímico.  Muchas veces nuestro estado de ánimo nos puede jugar una mala pasada. Aunque tengas otras cosas en mente, déjalas ir para que puedas concentrarte en el momento. Los niños son muy perceptivos, y si te ven abatido o negativo les afectará. Deja los problemas en casa, y sal alegre a la aventura con tu hijo, él te lo agradecerá!

Siguiendo estos simples consejos, tendrás una bella y divertida jornada junto a los niños, jugando, aprendiendo y descubriendo la montaña.

¿Dònde?

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