Escoge la actividad teniendo en cuenta la edad, experiencia en caminar y motivación de los menores que te acompañan.
Haz tus cálculos de distancias, desniveles y horarios habituales. Añade un amplio margen de tiempo para paradas y descansos extras. Recuerda que para los pequeños la excursión es el mismo camino, no el destino.
Intenta escoger rutas interesantes para los pequeños: agua, bosques, leyendas, animales…no fallan.
Prepara un plan alternativo, o contempla la posibilidad de quedarte a mitad de camino sin que ello suponga un problema.
Asegúrate de salir con una buena previsión meteorológica. Los pequeños son más vulnerables que nosotros a las condiciones extremas (tanto de frío como de calor). No les hagas pasar un mal rato, es importante que ellos disfruten y quieran volver.
Deja dicho dónde vas y cuando tienes previsto regresar. Asegúrate de que alguien esté pendiente de vuestro regreso.
Implica a los pequeños en cada paso que hagas. A partir de cierta edad ellos son perfectamente capaces de comprender el proceso de planificación. Implícales en el mismo consultando con ellos la meteo, mirando en el mapa la ruta que vais a hacer, preguntándole por las ganas que tiene… Si queremos que además de caminar hoy, el día de mañana caminen por su cuenta, nos conviene que desde ahora mismo aprendan a preparar una excursión de manera segura.
Ajusco 7 años. Altura máxima alcanzada 3600 MSNM
ENSEÑA CON EL EJEMPLO
Madruga: enseñarás con ello que a la montaña hay que ir pronto. Caminarás con menos calor y te darás un tiempo de maniobra extra si surge un imprevisto.
Asegúratecada poco tiempo de que los pequeños van bien y disfrutando. Si el ánimo decae busca la manera de recuperarlo, pero evita continuar una marcha si los pequeños no quieren.
No dividas al grupo aunque una parte del mismo no quiera seguir. Así aprenderán que si tienen un mal día y no tienen ganas de caminar (¡eso nos pasa a todos!) eso no supone un problema. Que vean que lo más importante es disfrutar juntos.
Permanece atento a los cambios meteorológicos y actúa con rapidez si te sorprenden para asegurarte de que no supondrán un problema para los pequeños.
No te pongas nervioso si no cumples el plan inicial: la vida con niños es así, ¡ya sabes que si haces planes ellos te los deshacen!
Haz cuantas paradas quieran hacer los pequeños, sea por el motivo que sea (una rama, una piedra, una hormiga…). Deja que ellos encuentren sus propias motivaciones.
Toma las decisiones contando con su opinión y participación: así les estarás enseñando a razonar y entender el por qué de las decisiones que se toman en grupo, que siempre son para el bien y la seguridad del grupo.
Intenta, dentro de lo que puedas, que el pequeño lleve parte de la iniciativa del grupo: que guíe al grupo, que mire el mapa, que decida por dónde ir o dónde parar…que juegue a ser montañero.
Asegúrate de que el grupo lleva una buena ratio de adultos/menores, reclamarán tu atención con sus descubrimientos e inquietudes, así que asegúrate de que vas a poder atenderles bien.
Facebook Comments